jueves, septiembre 14, 2006

Milan

Jelou! Aquí estoy otra vez, después de varios días de buscar un acceso a internet donde me dejasen conectar el lector de las tarjetas de la cámara. ¿Dónde estoy? os preguntaréis, porque sois algo cotillas... Esta mañana he llegado a Parma pero, como siempre, vamos a ir por partes, que es la forma mas sencilla para no liarnos. :)

En mi anterior conexión, estaba en Nápoles. Bueno, desde allí, el dia 9 por la noche, cogí un tren que me llevo a Milán, donde "aterricé" por la mañana tempranito el dia 10. Una vez localizado el albergue, dejé la mochila, y me fui a hacer la compra. Cositas varias en un supermercado cercano (aquí son unos negreros, y abren tambien los domingos). Después volví al albergue, y entre una cosa y otra, se pasó la tarde.

A la mañana siguiente, bien prontito, me fui corriendo a ver la Catedral. Chulísima! Pongo alguna foto, pero es que no hay manera de que entre entera en una sola. Es ENORME!

Lo bueno es que, por el módico precio de 4 leuros, te dejan subir hasta arriba (264 escalones) y la verdad es que una vez allí, la vista es fantástica. ¿Se esta notando mucho que la catedral me encanto?? Jejeje.

Lo bueno, es que siempre hay cerca un japoné, que son los que mejor encuandran las fotos. A las pruebas me remito:

Después de subir, y bajar (obviamente, no me iba a quedar arriba...) me dediqué a dar vueltas y más vueltas por Milán. Es una ciudad super elegante, y tiene unos edificios espectaculares. Tengo fotos para aburrir, pero mejor os las iré enseñando después, porque sino este post sería increiblemente largo.

Por la tarde, me acerqué a Santa Maria delle Grazie, porque como todo el mundo sabe (el que no, por favor, que siga asintiendo con la cabeza) allí está la Última Cena, de Leonardo.

Bueno, pues lamento decir que me quedé sin cenar. :P
Uno, en su entusiasmo, no se dió cuenta de que el 11 de Septiembre era Lunes, ¿y eso que quiere decir? Exactamente, que cierran los museos. Y como la Última Cena ya no está en la iglesia, sino en un museo muy coquetón que está pegado al edificio, pues nada, aquí paz y después gloria que, hablando de una iglesia, queda muy propio. :-)

Así que, para matar la frustación (no mucha, la verdad, Milán me estaba encantando) me fuí a la Galleria Vittorio Emanuele II, que está junto a la catedral y, en una librería que sorprendentemente estaba aún abierta (casi las 8 de la noche) pude completar mi colección de libros de Harry Potter y... PITUFOS!!!! La caña! Mirad que majos. (Jo, como no pongáis comentarios ni siquiera con esto, yo es que ya no se que hacer.. )

Y, saliendo de la Galleria.. La Scala!!



Después de flipar un poquillo, porque justo enfrente de la Opera, está el monumento a Leonardo, me dediqué a pasear por la ciudad de noche, que es cuando mejores fotos se pueden sacar. Cada poco tiempo, montaba el tripode, esperaba que no hubiese ningún panojo en línea de fuego, y hale, otra foto. Ya os he dicho que tengo fotos para aburrir. ¡Ah, se siente!
Bueno, y con esto, más o menos, damos por cerrado el capítulo de Milán. Al día siguiente fuí a Pisa, pero eso ya merece una entrada aparte. Nos vemos!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Pitufo momia, Pitufo Muerte, y Papa pitufo?
¿Sin Pitufinas?

Anda que te pitufen.

Pegasus dijo...

¿¿Javier Marias?? ¡¡Nunca jamas de los de los jamases!!

Lo que si es cierto es que Milan es la ciudad de la moda, y lo demas son tonterias. Pero claro, para vestir a la moda en Milan tienes que tener un sueldo 4 ó 5 veces mayor que el mio.. :'(

Pegasus dijo...

La unica pitufina que habia tenia una cara de putón que no era normal... Hombre, no es que ella haya sido siempre muy casta y pura (eso de vivir con 100 pitufos, ella sola..) pero hay que guardar un poco las formas, no?