
Sin embargo, esta postal no es que sea especialmente bonita, ni alegre. Ni siquiera es una foto de mucha calidad.
Se titula Soldados japoneses ondean su bandera desde lo alto de un tejado. Es de autor desconocido, pero está fechada en Tientsin (China), el 29 de junio de 1937.
Eso hace pensar que los soldados estaban participando en la segunda guerra Sino-japonesa. Y por eso me ha gustado la postal.
Todos ellos se muestran triunfantes, orgullosos pero no prepotentes, sino con ese orgullo que da la alegría de la labor cumplida. Felices, en una palabra.
Y es chocante. O, al menos, a mi me choca, el pensar que todos ellos estarán ya muertos. Incluso que seguramente todos morirían durante esa guerra, o durante su participación en la segunda guerra mundial.
No se, a mi me resulta curioso. Intentar adivinar que pasaría por la cabeza de cada uno de esos soldados en ese momento, sintiéndose triunfantes, invencibles. Si pensarían en sus mujeres, en su patria, en lo que dejaron atrás y por lo que luchaban.
Damos por costumbre el papel de malo en las guerras a aquellos que son diferentes a nosotros. A los japoneses, a los alemanes... Y quizás es una visión demasiado parcial. Porque podemos tener claro que los motivos de esas naciones eran contrarios a los que defendían "los buenos". Pero dentro de la masa, de la tropa, hubo quienes empuñaron un fusil, y se despidieron de quienes querían, porque realmente pensaban que era lo que les correspondía hacer.
Pero (y por eso me ha gustado esta imagen) quizás esos seis japoneses, ese 29 de junio de 1937, y sin saber que aquello por lo que habían luchado se desvanecería en el aire, tocaron el cielo con la punta de los dedos.