Amo a la Humanidad...

... lo que me revienta es la gente.

Esta simple frase, que creo recordar que se la "oí" a Susanita, la amiga de Mafalda, me encantó.
Quizás porque hay mucha gente a la que también le gusta, hoy leo en internet que la mitad de los españoles no acuden a las oficinas bancarias.

Y es que es normal. Lo que estaría bien también es que ampliasen la encuesta a los demás organismos públicos, como Hacienda, Tráfico, Ayuntamientos...

Poco a poco vamos haciendo cada vez más cosas via internet. Ya no solo es comprar entradas para el cine o billetes de avión. Es también hacer transferencias de una cuenta a otra, pagar recibos de agua, luz, teléfono... Gestionar altas y bajas, consultar nuestra vida laboral, y un montón de cosas más.

La diferencia entre esperar una cola, al frente de la cual siempre está la viejecilla de turno contando su vida, para después que siempre falte "algo" y hacer los trámites el domingo por la tarde si uno quiere, con ropa de estar por casa y un vaso de coca-cola fría... ¡Es que no hay color!

Pregunta tonta de la semana II

Bueno, visto el "éxito" de la pregunta de la semana anterior, aquí dejamos la de esta semana (por los pelos, casi se nos acaba..)

¿Cómo se mantenía el Equipo-A? ¿Tenían alguna cuenta en Suiza?

Porque, si os fijáis, nunca cobraban por los trabajos... Bueno, Fénix se lo cobraba en carne, pero los otros ni siquiera eso... Y el Corvette debe consumir un montón... ¿Y las armas? ¿Dónde las compraban? ¿Alguna tabacalera financiaba los puros a Hannibal?

¿Alguien lo había pensado?

Por último.. Si, Anónimo, vi tu comentario, pero como yo soy más chulo que tú, pues lo he borrado. ¿No te gusta? Pues me da lo mismo. :-)

Pregunta tonta de la semana I

Bueno, pues estrenamos sección. Cada semana plantearemos una pregunta que, si bien no servirá para resolver el mundo (este pequeño pitufo no aspira a tanto), quizás si que resulte divertido ver que piensa cada uno de los que se acercan por aquí de vez en cuando...

Porque lo que es cierto es que muchas veces las pequeñas preguntas, las pequeñas dudas y decisiones que tomamos todos los días, nos definen. ¿No creéis? Bueno, en ocasiones si es así. Y a mi me resulta curioso como gente que, a priori, no tiene nada en común, después defienden a muerte ese mismo pequeño detalle.

Así que empezamos con esta:

Si tenéis que tomaros un tazón de leche con galletas... ¿que bote cogéis? ¿Nesquick o Colacao?

¿Preferis el Nesquick, que se disuelve enseguida, o sois más de los que os gusta dar vueltas y vueltas a la cuchara, mientras perseguis ese último y rebelde grumo de Colacao?

Yo, por eso de que propongo el tema, dire que soy de Nesquick a muerte. Me gusta mucho más el sabor, la forma en que se disuelve, y también que se puede preparar igual de rápido con leche fría o caliente. :-)

¿Y vosotros?

Landa se va...

Leo en la revista del domingo (con un poco de retraso, ya lo sé), que Alfredo Landa se retira. Dice que ya está bien, que su última película es de verdad la última. Después de 133 películas, 120 como protagonista, dice que lo deja. Que es hora de pasar página...

Y la verdad, es que me da mucha, mucha pena. No es como si se hubiese muerto (espero que eso tarde muchísimo en suceder), pero si nos deja a todos un poco huérfanos.

A aquellos que hemos disfrutado de un actor como la copa de un pino, capaz de metamorfosearse lo mismo en un cateto a bordo de un barco de la armada, en un extra enamoradizo rodando en Almería, un emigrante limpiando ventanas junto a Summers... y también en Paco, el maltratado guardés de "Los Santos Inocentes".

Alfredo Landa para mi siempre ha sido uno de mis actores preferidos. Por lo cercano de su expresión, de su voz, escuchada miles y miles de veces en películas buenas, muy buenas. Y también en las muy malas. Lo admiro por ser capaz de representar el estereotipo de un país, y después ser capaz también de dar un nuevo giro de tuerca a su carrera, y demostrar a este país cainita, y al mundo, su calidad y capacidad artística.

A veces nos fijamos en actores extranjeros, formados en Actor's Studios y cosas así, todo como con mucho pedigrí. Y oye, que están muy bien, y que cantan, y bailan, y hacen cosas, y todo muy bonito, y muy glamuroso. No digo yo que no.

Pero hay expresiones, miradas, formas de decir las cosas, en las que Alfredo Landa, Paco Rabal, Manuel Alexandre, Fernán Gómez, o Jose Luis López Vázquez han sentado cátedra. Sin más herramientas que un talento que desborda por todos lados, cuajado en teatros de pueblo, en películas de calidad cuestionable.

Así que una de estas tardes, seguramente el sábado, me voy a regalar a mi mismo una sesión de Landa. De Landismo (No desearas al vecino del quinto) y de Alfredo. El Crack.

Odio a los Oleros

Se que no tienen culpa de nada (a veces), pero es superior a mis fuerzas. Cuando les veo pasar con ese andar cansino, la libretita en la mano, la borreguil mirada perdida... les daría de bofetadas hasta que se me cayesen las uñas de los dedos.

Y digo a veces no tienen la culpa, pero otras muchas si. Porque ya conocéis el dicho: Dadle a un español una gorra de plato, y se creerá capitán general. Quien dice gorra de plato, dice uniforme o similar, que para el caso es lo mismo. Que así como los hay con un poco de cerebro, otros parecen desechos de fábrica cerebral.

Lo que realmente me repatea es esa autosuficiencia que van derrochando como si fuese perfume barato, ese quedarse mirando mientras aparcas, vas al cacharrillo, sacas el ticket, vuelves al coche, dejas el ticket... Todo eso, al menos yo, pensando por lo bajo que ójala en ese momento les sobreviniese una gastroenteritis y se fuese por la patilla (del uniforme) abajo.

Porque vamos a ver. Que alguien me explique a mí en qué soluciona el problema del número de coches en el centro de la ciudad, que todos los días, a las 12 de la mañana (que es cuando se te acaba el ticket) nos pongamos todos los que hemos llegado a las 9, a cambiar el coche, engrosando el grupo de todos los que ya se estaban moviendo. Coñe, si ya hay un número X de coches parados, ¿no sería mejor dejarlos quietos? Y los que saben que van a llegar al centro a media mañana, pues tiene opción parking, o también la del transporte público. Con el agravante de que muchos de los coches que llegan a las 9 y tienen ticket hasta las 12, tiene que volver a aparcar, impepinablemente, en la misma zona, porque su jornada laboral termina a las 2 de la tarde. Pero te obliga a salir a media mañana, y perder al menos 25 ó 30 minutos en volver a ubicar tu coche (eso si pillas y encuentras a algún otro que justo deja su sitio cuando tú pasas por allí, que si no, olvídate).

Que si quieren recaudar, que recauden. Que se cambie el ticket y ya está, pero que no toquen las narices...

En resumen, que les odio. Les odio mucho. Si compartís el mismo odio (cualquier otro también sirve), hacedlo saber, que ya sabéis que mal de muchos...