Esta semana, concretamente el miércoles, la prensa nos traía una noticia impactante.
No, no era que Fidel (Castro) se corta la coleta, y pasa el poder a su hermano, o vaya usted a saber a quien. Eso, quieras que no, son tontunas. Historias lejanas y tropicales que ni nos van ni nos vienen... ¿No dijeron que ya no querían ser una colonia? Pues que se busquen la vida...
Este suceso, sin embargo, nos toca más hondo. Nos parece más cercano, nos despierta nuestros peores terrores, esos que se esconden en el armario cuando apagamos la luz y nos hacemos una pelota envueltos en el edredón. Porque... ¿quien no tiene una madre? ¿Quien no ha echado alguna vez gasolina? Ein? Ein? El drama está servido...
La noticia se presenta con un titular impactante:
Le robaron el vehículo con su madre dentro cuando repostaba en una gasolinera de Granada (leer más)
Aunque lo que realmente me encanta es el subtitulo: La señora se tiró del coche en marcha tras arrancar al ladrón un mechón de pelo que guardó para identificarlo por su ADN
Yo es que me imagino a la señora, aferrada al bolso, viendo a ese tipejo "con mala pinta" conduciendo el coche de su hijo, que de pronto piensa: "¿Qué harían en CSI ahora?"
Vamos, que no le arreó con el bolso en toda la boca para conseguir los dientes y hacer moldes para contrastarlos, porque en ese momento el fulano entraría en una rotonda, y con el meneo no pudo apuntar. Para que luego digan que la tele no sirve para nada...
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