sábado, diciembre 26, 2009

¡Hace falta ser membrillo!

Bueno, visto que la iniciativa propuesta por Chanleeto en el post anterior no tiene visos de prosperar más de lo que lo ha hecho (que tampoco me quejo, eh?) vamos a seguir posteando, que tengo cosillas pendientes, y a este ritmo, se nos acaba el año..

Me maravilla lo increiblemente estúpida que puede llegar a ser la gente. No, no lo digo por todos esos que van a ver películas de vampiros que relucen al Sol. Al fin y al cabo, tengo amigos que han ido a verlas y, bueno, cada uno tiene sus cosas. Yo, por ejemplo, colecciono pitufos y me gusta Harry Potter. Cada loco con su tema, que decía el bueno de Serrat.

No, no.. Alucino con el amigo Chang. ¿No sabéis quien es Chang? Ains... Chang es un latin chinesse lover, al que, además, le gusta hacer amigos. Y claro, cuando un hombre así, pasional y extrovertido, se pone delante de un ordenador, las emociones están garantizadas. Riete tú del Dragon Kan. Emociones, decía, como por ejemplo que tus dos esposas se conozcan a través del perfil de tu red social.

Como se puede leer aquí, resulta que el buenazo de Chang, un hombre que tiene amor para repartir, no dudó en agregar a sus dos esposas a su perfil de su red social. Lo que no supo preveer este alma de cántaro, es que era solo cuestión de tiempo que ambas mujeronas se dedicasen a cotillear las fotos que él, con tan buena intención, colgaba. Y ahí fue cuando la cerda torció el rabo...

Porque las dos muchachas, viendo las fotos de la boda del bueno de Chang, debieron flipar en colores...

En fin, que no hace falta extenderse más en el tema, porque tampoco da mucho más de si. Como único apunte, rescatar la encuesta que hicimos en Noviembre y concluir que, estas cosas, nunca hubieran pasado con un blog.. :-DD

martes, diciembre 15, 2009

De Navidad y seguidores

¡Ya está aquí la Navidad, como todos los años por estas fechas! Y aunque hay gente que dice que no les gusta, yo suscribo palabra por palabra el post de Noe. Celebremos como celebremos la Navidad, a mi me gusta. Me gusta el ambientillo por la calle (aunque del encendido de las luces ya hablaremos otro día, ejem...), que empiece el frío.. Me gusta reunirme con mi familia para comer y cenar en casa de mis padres y, de unos años para acá, también en casa de mi hermano. Me gusta porque son cosas que se salen de lo cotidiano, y porque me traen recuerdos de cuando era más pequeño, y las cosas eran ( o yo las veía) de otra forma.

Por que es una oportunidad para recordar a los que ya no están, y alegrarse por los que aún tenemos cerca, y con los que podemos brindar por un año que empieza, y en el que depositamos un montón de nuevas esperanzas. A veces nos empeñamos en contabilizar las cosas que nos faltan, y no prestamos atención a las cosas que si que tenemos. Así que, aunque solo sea porque estamos todos aquí, porque podemos brindar, y reunirnos, y reirnos, y esperar ansiosos al año nuevo, ¡Feliz Navidad a todos!

Y hablaba de las cosas que tenemos... De un tiempo a esta parte, he visto que me han aumentado el número de Gargameles. ¡Y es algo que no os podéis hacer una idea la ilusión que me puede hacer! Porque, de siempre, este no ha sido un blog con tropecientos comentarios. Es más bien un blog donde la gente entra, cotillea y no comenta mucho. Salvo honrosas excepciones, ya lo sé. Lo que digo es que mis estadísticas de Analytics no se corresponden con el número de comentarios. Eso, aunque da un poco de cosilla, al menos me indicaba que había gente que entraba, y quieras que no, es agradable.

Pero el tener seguidores es otra cosa. Significa que hay gente que directamente quiere estar enterada de lo que se cuenta por aquí, y que de alguna forma, está "pendiente". No hasta el punto de no pensar en otra cosa, pero bueno, vosotros me entendéis. Y se que hay gente que tiene blogs con 100, 200 seguidores.. Pero yo, con mi blog de andar por casa, estoy que pego palmas con las orejas con mis 8 9 gargameles. :-) 


Editado: Por no corromper la iniciativa lanzada por Chanleeto, no comento. Solo quería agradecerle el detalle, y animar a todo aquel que se pase por este post a dejar una simple felicitación navideña. Quizás no lleguemos a los 30 comentarios (sería record absoluto) pero si servirá para que todos tengamos el mayor número posible de felicitaciones. De nuevo, ¡Feliz Navidad a todos!

viernes, diciembre 11, 2009

El post bicentenario

¡Quien nos lo iba a decir! Ya son 200 post en este nuestro PitufosvsHipoteca! Quizás el ritmo haya sido un tanto lento, con lagunas (en ocasiones, lagos enormes). Pero por otra parte, siempre es mejor darle a la tecla cuando uno siente que quiere contar algo, en lugar de plantearse la situación como algo obligatorio. Al fin y al cabo, bastantes obligaciones tenemos todos ya y, como marca el espíritu del blog, la idea es luchar contra la Hipoteca, encarnando en ella a todas las obligaciones.

En fin, que me enrollo...

Me gustaría "celebrar" haber llegado hasta aquí de alguna manera. Y, como mi maltrecha economía no me permite invitar a todos los lectores a dar la vuelta al mundo, que es lo que realmente me gustaría, nos tendremos que conformar, vosotros y yo, con una selección de estos 200 post. Al fin y al cabo, si los Simpsons pueden hacer especiales de recopilación cuando les da la gana, ¿por qué no voy a poder hacerlo yo tambien?

Así, os dejo un post por categoría. Quizás no sean los post más comentados, o los más interesantes (eso siempre va en cuestión de gustos). Es simplemente una muestra de lo que han dado de si estos años.

pitufo catódico  Efemérides Simpsoniana
 
pitufo cinéfilo  Cine argentino

pitufo filósofo  Pregunta tonta de la semana I

pitufo fotógrafo ¡Empezamos nuevo año!

pitufo hipotecado La plancha, ese invento del maligno

pitufo internetero A Enjuto ya no le hace falta su amigo

pitufo interrailero Reflexionando (y cerrando tema Interrail)

pitufo paranoico  Afecctio maritalis y Grissom, I need you (si, son dos, pero es la señora de Granada se lo merece)

pitufo protagonista Intersecciones (V)


Espero que la disfrutéis. :-)

miércoles, diciembre 09, 2009

El misterio del cortador de pizza desaparecido

Sherlock Smurf se inclinó sobre su compañero y ayudante, L. von Cat, que aún dormía, y le dijo:

- Vamos amigo mío! ¡Hemos de ponernos en marcha inmediatamente! Desayunese rápido, un coche nos espera en la puerta.

Minutos después, ambos se dirigían velozmente a su destino. Destino que por cierto, von Cat ignoraba, como así se lo hizo saber a su acompañante con una mirada reprobadora.

- ¡Oh, cierto! - se excusó Smurf. Mis disculpas, amigo mio. Desdoblando un ejemplar del diario de la mañana, le mostró excitado la portada. Lea, lea. Aquí es donde nos esperan. No exagero un ápice si le digo que este caso será uno de los más interesantes en los que hemos tenido ocasión de participar, von Cat. Recuerde lo que le digo - exclamo con una sonrisa.

Von Cat hizo un ademán, dando a entender que aún tenía demasiado sueño para adentrarse en la prosa recargada del periódico, lo que llevó a Smurf a leer en voz alta la noticia que tanto lo había alterado.

Smurf volvió a doblar el periódico y se sumió en un silencio meditabundo, mecido por el movimiento del coche de caballos.

Al cabo de unos minutos, el carruaje se detuvo y ambos amigos descendieron. Mientras von Cat observaba con atención a su alrededor, Sherlock Smurf se dirigió con paso decidido al número 3, donde el dueño de la casa esperaba, visiblemente alterado.

Después de las presentaciones de rigor, Smurf pidió ser conducido a las dependencias del cortador de pizza, y los tres se encaminaron a la cocina. Un breve reconocimiento de la cristalera que daba a una pequeña terraza reveló que la tierra, seca por la ausencia de lluvías durante los últimos días, no presentaba huellas que sirvieran de interés.

- ¿Y dice usted que nunca abandonaba esta zona de la casa?
- Así es. Nunca estaba fuera de aquí.
- ¿Cuando fue la última vez que lo vieron? - preguntó Smurf.
- El pasado lunes, creo recordar - respondió el dueño de la casa, rascándose pensativo la barbilla. Apenas le vimos unos minutos. El tiempo justo para que realizase su trabajo. Como comprenderá, cortar una pizza tampoco demora tanto.
- Comprendo, comprendo. - asintió Smurf.
- Brufff.. - murmuró von Cat.
- ¡Oh, por supuesto amigo! - exclamo el detective. Eso es algo que se da por sabido.

Mientras el dueño de la casa mostraba a Smurf donde solía acostarse el cortador de pizzas, su compañero dedicó unos momentos a revisar la cocina, prestando especial atención a los pequeños huecos entre muebles, en busca de alguna pista...

- Miaow - masculló von Cat.
- ¡Vaya! - murmuró Smurf agachándose. Eso lo cambia todo... 
- ¿Qué? ¿Qué ocurre? - preguntó intrigado el dueño de la casa.

Sherlock Smurf se incorporó, mostrando a su interlocutor la palma de su mano, donde descansaba un pequeño pedazo de pimiento rojo.

- ¿Puede decirme que significa esto? - inquirió duramente Smurf.

La turbación del propietario era más que evidente. Von Cat esbozó una sonrisa de triunfo, intercalando varios bufidos de aprobación.

- Este pimiento parece haberse caido de una pizza... Pero el suelo está limpio. De hecho, no debe hacer ni dos días que ha sido fregado. ¿Cómo explica esto entonces si, tal y como nos ha dicho, la última vez que vió a su cortador de pizzas, fue hace más de una semana? preguntó el detective con mirada acusadora.

- Bueno.. Usted ya sabe.. No siempre se utiliza el cortador.. A veces, un cuchillo grande... - balbuceó el dueño.

Smurf suspiró.

- Von Cat, será mejor que nos marchemos. Nada más podemos hacer aquí, dijo mientras se encaminaba a la puerta, seguido de su compañero. Esto ha sido una total pérdida de tiempo.

- Pero oigan, esperen! ¿Qué puedo hacer yo?

- Le recomiendo, señor mío, cortó secamente Smurf, que se busque un nuevo cortador de pizza, y está vez se preocupe más por saber en todo momento su paradero.

- Bruffff, añadió von Cat.

- Elemental, querido amigo, convino el detective.

El frío de la calle envolvió a los dos amigos, que se apresuraron en introducirse en el coche de caballos que aguardaba. Mientras el acompasado vaiven los conducía de nuevo a la caldeada habitación que compartían, Smurf repasaba mentalmente los pormenores del caso, mientras maldecía el tiempo malgastado de forma tan poco productiva. Cuando su mirada se poso en su compañero, éste había desmenuzado con sus uñas el ejemplar del diario de la mañana, y las pequeñas tiras de papel que antes fueron la portada se deslizaban, lentamente, del asiento al suelo del carruaje...

domingo, diciembre 06, 2009

TDT


La tecnología, ese invento...