Hace unos años, hablabamos acerca de la retirada del cine de Alfredo Landa. Permitidme que me repita porque, hoy más que nunca, tengo la sensación de que en este país hay cosas que se dicen poco. Muy poco. Y sé que este minúsculo blog no va a marcar la diferencia. Me da igual
A veces nos fijamos en actores extranjeros, formados en Actor's Studios y cosas así, todo como con mucho pedigrí. Y oye, que están muy bien, y que cantan, y bailan, y hacen cosas, y todo muy bonito, y muy glamuroso. No digo yo que no.
Pero hay expresiones, miradas, formas de decir las cosas, en las que Alfredo Landa, Paco Rabal, Manuel Alexandre, Fernán Gómez, o Jose Luis López Vázquez han sentado cátedra. Sin más herramientas que un talento que desborda por todos lados, cuajado en teatros de pueblo, en películas de calidad cuestionable.
José Luis López Vázquez
Y si con esas dos películas no os bastan, echad un ojo a La cabina. Cuando en este país se estaba rodando lo que se estaba rodando, José Luis López Vázquez y Antonio Mercero se asomaron fuera de nuestras fronteras, recibiendo premios allí donde fueron (entre ellos, un Emmy). Y no es por quitar méritos a Mercero. Para nada. Pero pocas veces se ha representado la angustía, el miedo, el pánico... como lo hizó López Vázquez. Y eso no está al alcance de cualquiera. De hecho, está al alcance de muy, muy pocos.
Ahora que parece que los actores españoles han "descubierto" América, y parece un gran logro que gente como Penélope Cruz o Bardem vayan a rodar allí, es importante decir que hace casi 40 años, a José Luis López Vázquez se lo quisieron llevar a rastras allí.
Hoy el cine español pierde a uno de sus máximos exponentes. Supongo que mañana, o pasado mañana, empezarán los homenajes. Los ciclos en alguna televisión. Igual hasta algún pack de películas se pondrá a la venta, de cara a las Navidades. Somos así.
No tengo idea de como querría ser recordado. En la mente de todos ha quedado el Padrino Bufalo, de la Gran Familia, y para la gente más joven, quizás algun personaje de televisión, como el Escabeche de Los Ladrones van a la Oficina. Para mi, desaparece un referente en el cine que me gusta. En el cine que he visto desde pequeño. En el cine que cuenta historias sencillas de gentes sencillas. De cuando las películas eran otra cosa, no solo un negocio.
Nos vamos quedando sin mitos. Sin figuras a quien admirar. Sin actores que se asomen a la pantalla y dignifiquen cualquier proyecto.
No se me ocurre otra forma de terminar este post, que como se despedía siempre el bueno de Fernando Galindo en Atraco a las 3. Estrechando esa mano imaginaria y diciendo un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo.
2 comentarios:
AMEN.
No podría estar más de acuerdo contigo. Se nos ha ido alguien muy grande, actor de películas que ya no se hacen, porque ahora el cine es un negocio ( siempre lo ha sido, pero ahora es puro marketing) y solo interesa lo comercial. Y ya van quedando menos.
Me quedo con la imagen de PADRINO de la gran familia, una de mis películas favoritas.
Se ha ido un icono para el GPS.
Todos lloramos su pérdida... inmersión, almirante Anacleto, inmersión.
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