Pisando huevos

Anda la gente revolucionada por la modificación de la velocidad máxima en las carreteras españolas.

Vaya por delante que a mi no me gusta. Pero es que, sinceramente, a mi me parece una mamonada tontería.

En un país donde todo el mundo conduce como le da la gana, donde en vías de 90 te adelantan a 140, donde ni Dios pone un intermitente en las rotondas, o donde los conductores de autobuses parece que se escogen entre el elenco de MadMax, reducir 10 Km/h la velocidad máxima son ganas de tocar las pelotas.

A mi me da la impresión de que al final la gente va a seguir yendo a la velocidad que le salga de las narices, y que van a seguir haciendo como hasta ahora. Es decir, llevar el navegador con los radares, y cuando te pita avisándote de que se acerca uno, bajar de los 140 a los 110, y  luego volver a acelerar.

Exactamente igual que si nos dejasen ir a 130.