viernes, diciembre 08, 2006

Ecos

Hay veces en que el hombre está solo. No quiere decir esto que no tenga alguien junto a él; a quien le preocupe. No, sencillamente, se encuentra solo. No sé, es como si al gritar en una montaña, esperando la respuesta del eco, el eco no apareciera.

Y esa sensación de que uno ha sido estafado, de que le han robado algo que era suyo, es lo que origina la sensación de soledad.

Muchas veces gritamos con el simple propósito de que el eco nos responda lo mismo, un grito. Sin embargo, en ocasiones, lo hacemos esperando recibir a cambio una caricia o un abrazo.

Y cuando ese eco nuevo, esa caricia, ese abrazo, ese beso... no llega; y la voz y el alma están ya cansadas de gritar a un eco que no escucha, es cuando el hombre está verdaderamente solo, y no puede hacer otra cosa que llorar...

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