viernes, diciembre 08, 2006

Hay momentos, instantes tenues y callados; en los que el hombre queda en silencio, pensando con la mirada fija en un objeto, en una mujer, en un mar...

Y, en esos momentos, cuando el hombre lucha sin más armas que su alma contra su inteligencia, es cuando surgen los pensamientos más terribles y, también cuando florecen, como rosas nuevas, las ideas más bellas...

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