jueves, septiembre 14, 2006

Turin


Venga, va, que no os dejo con la duda.. ¡Si que llegué!

Sobre las 7, pisé suelo turinés, y a partir de ahí, todo fue un andar y andar, como si no costase (bueno, de hecho no cuesta. Es de las pocas cosas gratis en Italia...)

Como yo ya sabía que solo iba a estar un día en Turín, porque por la noche, volvería a coger otro tren rumbo a Parma, decidí que lo que viese, valía. Es decir, que tampoco me iba a matar corriendo de un lado a otro como un pollo sin cabeza. Así que, tranquilamente, me dirigí a la Mole, que es ese monumento que sale en las monedas italianas de 2 céntimos de euro. ¿Tú no lo sabías? Bueno, yo tampoco hasta que llegué aquí.

También te dejan subir hasta arriba, y la verdad es que la vista de la ciudad es muy bonita. Todos los tejaditos rojos, todas las casitas así como que se están cayendo... Ejem, ejem. Vamos, que todo muy bien. :-)


Lo que me gusto de Turín es que es una ciudad que, a poco que uno se ponga, puede recorrer andando mas o menos bien, porque las calles son amplias, está todo muy bien señalizado, lo que es de agradecer y, aunque es carísima comparada con las ciudades del sur, puedes encontrar sitios para comer y comprar pijaditas a precios no demasiado prohibitivos.
Por la noche, espera en la estación y tren rumbo a Parma!

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