miércoles, septiembre 20, 2006

Una de números!

Bueno, pues ya llevo tres días en casita y, aparte del montón de ropa que espera su turno en la lavadora, y ese vacío que me saluda cuando abro la nevera, todo está más o menos en orden.
Esta mañana, he calculado, asi a ojo gracias a la Encarta y su medidor de distancias, los kilometros hechos.

Considerando que muchos trayectos los he puesto en línea recta, y que eso no es muy realista (sobre todo en Grecia, que hay más curvas que la madre que lo pa..), y teniendo en cuenta que tampoco he contado los trayectos en buses, metros, etc.. Pues bueno, el resultado es de unos 9300 Km. Que oye, tampoco está mal, ¿no?

Para ello, he utilizado 18 trenes, 3 aviones, 4 autobuses, 3 ferys.. (no, lo del burro es solo en Mijas, que alli tienen el monopolio del Burro-taxi).

Pero hay más números, ¿eh? ¿Que no te lo crees? Pues sigue leyendo: 19 días, 18 noches (8 de ellas pasadas en estaciones y/o trenes), 18 lugares donde volver (Atenas, Delfos, Sounion, Patras, Brindisi, Villa San Giovanni, Messina, Palermo, Corleone, Salerno, Roma, Nápoles, Pompeya, Vesubio, Milán, Pisa, Turin, Parma)...

Los casi 40 leuros dejados en los cibers de media Italia y Grecia, para contar todas las cosas que veía..

O los 70 puntazos que la selección española le metió a unos griegos que no sabían de donde le caían, mientras esperaba en ferry en Patrás.. Muchas, muchas horas de espera en estaciones, vigilando con 1 ojo la mochila, con otro el panel de salidas...

Y, si hablamos de cifras más pequeñas, también hay, también: 1 mexicana encantadora a la que volver a ver, en Atenas, en España, o donde sea... 1 finlandés, 1 brasileño, 1 francés, 1 chilena, 2 alemanes, 2 canadienses, 1 español, 1 argentino... que compartieron conmigo albergue en distintas ciudades. Y esos 2 griegos que pasaron 3 horas conmigo en un pueblo cerca de Delfos, mientras yo esperaba el autobús. O las 3 llamadas que hicieron para preguntar en mi lugar si podía reservar ferry para el día siguiente... O las 4 apuestas que uno de ellos hizo, después de examinarme sobre la segunda división española...

El leuro que dejé sobre la mesa en Corleone para pagar la botella de agua que me llevaba, donde me levanté sin comer, por no esperar más.

Los 8 euros que pagué un domingo en Milán para llamar por teléfono a esos perracos que habían celebrado una barbacoa cuando yo no estaba...

4 fueron los mensajes que intercambié con Alessandra cuando llegué a Parma, hasta que por fin pudimos darnos un abrazo en la estación, después de casi 3 años sin vernos.

3 kilos de parmesano que he traido, 2 kilos de mortadela, 1 kilo y pico de prosciutto, 2 botellas de vino (Lambrusco de Parma, Steli, ya verás que bueno!)

E incontables recuerdos, que van unidos a unos y otros, a lugares donde deseo regresar, junto con gente a la que quiero volver a abrazar, y compartir con ellos momentos nuevos.

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